¿Siempre con congestión? Razones por las que tu nariz nunca descansa
Expertos en otorrinolaringología coinciden en que la persistencia de la congestión suele deberse a problemas estructurales o a una inflamación constante
La sensación de tener la nariz tapada constantemente, o congestión nasal crónica, es mucho más que una molestia pasajera. Para quienes la padecen, puede afectar seriamente el sueño, la concentración y la calidad de vida. No siempre es un resfriado; detrás de este síntoma persistente se esconden varias causas que requieren un diagnóstico específico.
Expertos en otorrinolaringología coinciden en que la persistencia de la congestión suele deberse a problemas estructurales o a una inflamación constante que no está relacionada con infecciones virales comunes.
1. Rinitis Crónica
Es la causa más frecuente. La rinitis se refiere a la inflamación del revestimiento interno de la nariz. Puede ser de dos tipos principales:
Rinitis Alérgica: Es una reacción del sistema inmune a partículas inofensivas como el polen, los ácaros del polvo o la caspa de animales. Genera inflamación y una producción excesiva de moco.
Rinitis No Alérgica (Vasomotora): Los síntomas son similares a la alérgica, pero no interviene el sistema inmune. Se desencadena por factores ambientales como el humo, olores fuertes, cambios de temperatura o humedad.
2. Desviación del Tabique Nasal
El tabique nasal es la pared de hueso y cartílago que divide las fosas nasales. Si está significativamente torcido o desviado, puede obstruir el flujo de aire en una o ambas fosas, provocando congestión constante y dificultad para respirar, especialmente al dormir.
3. Pólipos Nasales
Son crecimientos suaves, indoloros y no cancerosos que se desarrollan en el revestimiento de los conductos nasales o los senos paranasales. Aunque pequeños, si crecen lo suficiente o son múltiples, pueden bloquear las vías respiratorias. A menudo están asociados a asma, sensibilidades a medicamentos o infecciones crónicas.
Ocurre cuando las cavidades alrededor de los conductos nasales (senos paranasales) se inflaman e hinchan durante tres meses o más, a pesar del tratamiento. Esta inflamación obstruye el drenaje del moco, causando congestión, dolor facial y, a veces, drenaje por la parte posterior de la garganta.
¿CUÁNDO CONSULTAR?
Si la congestión persiste más allá de 10 a 14 días y está acompañada de otros síntomas como dolor o presión facial, pérdida del sentido del olfato, o si interfiere gravemente con el sueño, es crucial consultar a un otorrinolaringólogo.
El diagnóstico preciso puede incluir pruebas de alergia, endoscopias nasales o tomografías computarizadas, que permitirán identificar la causa subyacente y definir el tratamiento más adecuado, que puede ir desde aerosoles nasales con corticosteroides hasta procedimientos quirúrgicos en casos de desviación de tabique o pólipos severos.