El mayor escándalo de corrupción golpea al gobierno de Zelensky en plena guerra
El caso sacudió al gabinete ucraniano y provocó protestas en medio de ataques rusos y apagones.
Ucrania enfrenta uno de los mayores escándalos de corrupción desde la llegada de Volodimir Zelensky al poder. En plena ofensiva rusa y con la infraestructura eléctrica bajo ataque, la Oficina Nacional Anticorrupción (NABU) reveló una red que habría desviado alrededor de USD 100 millones provenientes de contratos estatales del sector energético. La investigación, conocida como "Operación Midas", ya dejó cinco detenidos y más de 70 allanamientos.
La trama incluía el cobro de sobornos del 10 al 15% a subcontratistas de Energoatom, la empresa estatal de energía nuclear. Los fondos eran canalizados a través de sociedades extranjeras para su posterior blanqueo. Entre los involucrados aparecen un exasesor del Ministerio de Energía, directivos de Energoatom y nombres ligados al entorno presidencial, como el empresario Timur Mindich, quien abandonó el país antes de que el caso se hiciera público.
El escándalo provocó la renuncia de los ministros de Energía y Justicia, Svitlana Grynchuk y German Galushchenko, tras una reunión extraordinaria de gabinete. Además, surgieron nuevas implicaciones que alcanzan a figuras de alto rango como Oleksiy Chernyshov, exviceprimer ministro, señalado por enriquecimiento ilícito, y a áreas sensibles como el Ministerio de Defensa, donde se investigan compras de equipamiento militar defectuoso.
El estallido del caso coincide con una crisis energética agravada por ataques rusos que dejaron ciudades sin luz. Mientras tanto, organizaciones civiles y jóvenes protagonizan protestas que reclaman transparencia, depuración política y la protección de los organismos de control.