Una cita por Tinder terminó en terror: lo drogaron, ataron y torturaron en su propia casa.
Un psicólogo de 34 años denunció haber sido drogado, maniatado y torturado en su departamento de Palermo por un hombre que conoció en una aplicación de citas y dos cómplices que ingresaron mientras él permanecía inconsciente.
El ataque ocurrió el viernes 7 de noviembre, luego de que la víctima invitara a su casa al joven con el que dialogaba desde hacía más de un mes.
Alfredo, nacido en Misiones y radicado en Buenos Aires, contó que había mantenido charlas frecuentes con un usuario identificado como Julián Gutiérrez, a quien describió como "educado y amable". Ese viernes aceptó recibirlo en su departamento para cenar. Mientras él bebía gaseosa, su acompañante consumió casi toda la botella de vodka que había llevado.
Según su testimonio, en un momento se levantó para ir al baño y, al regresar, algo en la bebida había cambiado. "Él puso algo en mi vaso", relató. Minutos después, perdió la conciencia. En ese lapso, el joven dejó entrar a dos cómplices que estaban esperando afuera.
Alfredo despertó horas más tarde, en su cama, en ropa interior, con las muñecas atadas y los tres hombres sujetándole los pies con una corbata. "De repente, el que parecía el líder empezó a gritarme y a pegarme. Decía que era ‘trabajo’, que ellos estaban haciendo su trabajo", recordó.
La situación se volvió aún más violenta cuando el agresor principal fue hacia la cocina, tomó un cuchillo y comenzó a apuntarle al pecho. La víctima recibió varias heridas al intentar defenderse: una puñalada en el antebrazo y otra, profunda, en el cuádriceps derecho. Mientras tanto, los otros dos recorrían el departamento buscando dinero y objetos de valor.
Los ladrones exigían "plata y dólares". Alfredo les entregó los 500.000 pesos que tenía para pagar el alquiler, pero la tortura continuó. Incluso, según su relato, los atacantes se probaron su ropa y zapatillas mientras él se desangraba en la cama. Finalmente escaparon con sus ahorros de toda la vida, dos celulares, una computadora, indumentaria y sus llaves.
Cuando logró incorporarse, el psicólogo pidió ayuda a una vecina, que lo trasladó al hospital. Allí fue atendido por las heridas cortantes y el desgarro provocado por la puñalada en la pierna.
Horas después descubrió que el perfil de Tinder de Julián Gutiérrez había sido eliminado y que el historial de su teléfono había sido borrado, por lo que sospecha que los delincuentes manipularon su celular durante el ataque.
La causa permanece en investigación y, por el momento, los agresores no fueron identificados.