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ECONOMIA

Acuerdo con EE.UU.: qué productos argentinos ganan y cuáles pierden con la baja de aranceles

El acuerdo comercial bilateral anunciado entre Argentina y Estados Unidos marcará un cambio profundo en la estructura arancelaria entre ambos países. La baja y eliminación de tasas impactará de forma desigual en los distintos sectores productivos, generando oportunidades para algunos rubros y presiones para otros. 

Aunque aún resta conocer la letra chica del tratado, los primeros detalles indican que los sectores más favorecidos serán la carne, el acero y el aluminio. La Casa Blanca confirmó que ambas naciones se comprometieron a mejorar el acceso recíproco al mercado de res y, en ese marco, la cuota de carne argentina ingresada a Estados Unidos pasará de 20.000 a 80.000 toneladas anuales, cuadruplicando su capacidad de exportación.

Además, se prevé que Argentina facilite la entrada de ganado bovino vivo y aves de corral en un plazo de un año, lo que abre un segmento adicional para el sector agropecuario.

Otro punto clave es la posible concesión de un cupo sin aranceles para exportaciones de acero y aluminio, que actualmente pagan un 50% luego del aumento aplicado por la administración de Donald Trump a comienzos de año.

Sin embargo, mientras algunos rubros ganan competitividad, otros podrían quedar expuestos. En el marco del tratado, Argentina otorgará acceso preferencial a productos de Estados Unidos de los sectores químico, agrícola, farmacéutico, tecnológico, maquinaria, dispositivos médicos y vehículos.

Esto implica una mayor competencia para industrias locales que ya atraviesan dificultades. En el caso de los vehículos, por ejemplo, se estima que las restricciones serán prácticamente nulas y Argentina dejará de exigir evaluaciones técnicas adicionales para autos estadounidenses, un cambio que podría repercutir en el mercado automotriz.

A su vez, Estados Unidos eliminará los aranceles recíprocos para ciertos recursos naturales no disponibles localmente y artículos no patentados de uso farmacéutico, lo que favorecería a sectores exportadores orientados a insumos industriales.

Por ahora, la letra fina del acuerdo sigue bajo análisis, pero los primeros datos muestran un escenario donde los sectores exportadores tradicionales —especialmente el agro y la metalurgia— se perfilan entre los grandes beneficiados, mientras que la industria local deberá enfrentar una competencia ampliada en su propio mercado.