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ACTUALIDAD
18 de julio de 2025
Su nombre se debe a que se compone de la unión de “dos partes” virales diferentes. Según informes de la OMS, su crecimiento es sostenido a nivel global.
Una nueva variante de Covid-19 se registró en las últimas semanas y recibió el nombre de "Frankenstein"; y aunque todavía no hay casos confirmados en la Argentina, ya se encuentra cerca.
Identificada como XFG o Stratus, surgió de la recombinación de dos linajes previos del SARSCoV2, denominados LF.7 y LP.8.1.2.
El apelativo “Frankenstein” hace alusión a la unión de “dos partes” virales diferentes. Según informes de la Organización Mundial de la Salud (OMS), el crecimiento de Stratus se está dando de forma sostenida a nivel global.
Se registró cerca de un 22,7% de los contagios a fines de mayo de 2025, con gran prevalencia en Europa, América y Asia-Pacífico. En Reino Unido, una de sus ramas, XFG.3, comprende aproximadamente el 17% de los casos registrados en las últimas semanas.
A pesar de su propagación acelerada, tu tasa de hospitalización es menor que las variantes previas pero cuenta con una síntoma distintivo: afección de las cuerdas vocales, manifestado como ronquera o afonía completa. Esta diferencia podría servir como señal de detección precoz, ya que no era tan frecuente en variantes anteriores.
A este cuadro se le suman los síntomas clásicos: fiebre; dolor de garganta; y tos seca.
No existen indicios de que Stratus sea más letal, pero su expansión rápida demuestra que el virus sigue mutando en parte de la inmunidad natural o generada por vacunas.
Vigilancia epidemiológica en la Argentina
Aunque la variante circula principalmente en Europa y se detectaron casos en el sur de Brasil, aún no se registran reportes oficiales en la Argentina pero su cercanía mantiene a la salud en alerta. Especialistas advierten algunos de los puntos claves: la vigilancia constante es vital ya que el seguimiento epidemiológico y los estudios genómicos deben reforzarse para detectar a tiempo cualquier brote; mientras que la vacunación continúa siendo la principal herramienta preventiva, especialmente para personas mayores o con defensas comprometidas.
Aún se desconoce la duración de la inmunidad post-vacuna o tras haber padecido COVID-19, pero estudios preliminares indican que podría ser de 6 a 8 meses, por lo que los refuerzos periódicos toman mayor relevancia .
Países de la Unión Europea ya están alertando a su sistema sanitario, mientras en la Argentina las carteras de salud alertan por su detección.
Fuente: Ámbito.