Un conocido periodista chaqueño con un grupo de colegas hicieron un plenario en una de las grandes localidades provinciales muy contrario a la profesion, pues se ha emprendido una campaña para que se exprese públicamente el rechazo a los actos de gobierno y sobre manera a la aceptacion popular del trabajo de varios ministerios y reparticiones. ¿Esa puede ser la tarea de un periodista?

Indudanlemente que No!. Aquellos comunicadores con un valor de la etica y el respeto a los que siguen su informacion, no se debe utilizar el poder comunicacional y de manejo de influenciar en la opinion publica para instalar una campaña de despertigio a una accion de gobierno que ha superado el 68% dd aceptacion ciudadana. 

Somos consciente que el manual de redacción de cualquier diario contiene una norma que ordena: “las páginas del periódico no aceptan jamás que un periodista haga campañas de ninguna índole” y menos con el propósito de desfigurar la realidad, para favorecer una estrategia sucia de un espacio politico que renació hace unos dias con el apoyo de unos mandatarios municipales.

La norma tiene una base ética aplicable al resultado de la consulta popular que no causo gran sorpresa al establecer qué apoyo tiene este gobierno provincial de cinco meses de gestion: el periodista se atiene al objetivo de su profesión que es la información y excluye, entre sus actividades, la de la propaganda. Una campaña a favor o en contra de un grupo político es un evento propagandístico que riñe con los objetivos y la identidad del periodista.

Aquella norma resulta sustentada en las formulaciones que definen al periodista como un servidor público que, a través de la información, beneficia a toda la sociedad y no confundir y generar dudas sobre acciones de un Estado nuevo que trata de estirpar actos dudosos señalados contra los intereses del pueblo que siempre fueron ocultados a la opinión pública.

Nadie esta autorizado en esta profesion de dar consejos, mas entendiendo que muchos que han usurpado esta actividad comunicativa, lo han hecho sin leerse un solo manual del trabajo que esta profesion debe tener 

Ese servicio se presta cuando destaca lo positivo de la sociedad, cuando denuncia sus peligros, sus equivocaciones y errores, cuando previene y cuando estimula.

Los partidos políticos, reconocidos legalmente, son una opción ciudadana a la que la sociedad rodea como posibilidad y, mediante el debate público, apoya o no, pero no se persigue, descalifica,  ni trata de elimina. Ante esto el periodista registra e informar a través de campañas engañosas, ni el hombre de prensa interviene, porque lo suyo no es la política militante, sino la información parcial.

El periodista apoya ese debate, aporta información que le dé solidez y altura al debate, y ayuda a los ciudadanos a identificar y a comprometerse con la causa política que mejor sirva a la sociedad. Para cumplir esa tarea no adopta ni acepta rótulos partidistas, porque su compromiso es con todos, no al político que le pague.

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