La Justicia correntina ratificó la perpetua para el sereno que asesinó a su expareja
El fallo unánime se basó en la comprobación de una relación marcada por el sometimiento y la misoginia.
El Superior Tribunal de Justicia (STJ) de Corrientes ratificó la condena a prisión perpetua contra un hombre acusado de femicidio, al rechazar el recurso de casación de la defensa en su Sentencia del 4 de noviembre de 2025.
El fallo del STJ confirmó la calificación de homicidio doblemente calificado por el vínculo y por mediar violencia de género (femicidio), al concluir que el imputado ejerció control, dominio y violencia sobre la víctima por su condición de mujer, en una relación de sometimiento y desigualdad de poder.
El crimen ocurrió entre la noche del 28 y la madrugada del 29 de octubre de 2019, en el interior de la Delegación Municipal del barrio Fray José de la Quintana, donde el agresor trabajaba como sereno. De acuerdo con la reconstrucción, la mujer acudió al lugar para llevarle la cena a su ex pareja —con quien ya no convivía—, y tras una discusión, fue golpeada, asfixiada manualmente y herida con un cuchillo en el cuello, lo que causó su muerte. El tribunal acreditó que el agresor ejercía violencia física y psicológica desde hacía años, y que la víctima buscaba rehacer su vida.
El voto principal, a cargo del ministro doctor Alejandro Chain, sostuvo que la sentencia del Tribunal Oral Penal se ajustó a la sana crítica racional y a la perspectiva de género que exige la normativa internacional, como la Convención de Belem do Pará y la Ley 26.485. El ministro Chain remarcó que el accionar del condenado se inscribe en una "relación desigual de poder sostenida por prácticas históricas de sometimiento", y que el "carácter cíclico de la violencia doméstica se reconstruye a partir de los testimonios de familiares y allegados". .
El fallo fue unánime, con la adhesión de los ministros Eduardo Panseri, Guillermo Horacio Semhan, Luis Eduardo Rey Vázquez y Fernando Augusto Niz. El tribunal superior destacó la solidez de la prueba, que incluyó mensajes amenazantes y pericias forenses que confirmaron lesiones defensivas en el cuerpo de la mujer, y enfatizó que "cualquier respuesta judicial que se pretenda dar al caso no puede estar huérfana de una perspectiva de género".